La gran mayoría de las impresoras que son utilizadas para trabajar a gran formato en la actualidad logran ofrecer una calidad de impresión de hasta 400 DPI (Dots Per Inch) que en su traducción en español sería Puntos por Pulgada (PPP) que no es más que el número de puntos individuales de tinta que emplea la impresora para producir ese espacio lineal de una pulgada. En teoría, la fórmula necesaria para poder realizar un diseño para gran formato es la siguiente: (Escala / DPI) en donde la escala representa el tamaño de tu archivo o imagen a imprimir y los DPI  son la resolución se debe dar. Vale la pena mencionar, que se deben trabajar a un 10% del tamaño real del trabajo impreso que se busca cuando el diseñador crea el archivo, en pocas palabras, si deseas imprimir una publicidad de 5 x 5 m, deberías trabajar a su 10% el cual sería de 50 x 50 cm entre 300 DPIs de resolución. Si un archivo supera los 300 DPI o se encuentra por debajo de 25, lo que obtendrás es una impresión de mala calidad.  En pocas palabras tu publicidad se verá toda pixeleada.